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A veces hay regalos que es mejor no recibir
El alumno estaba erguido y desafiante, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante le sonrió y en forma muy tranquila le preguntó: ¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?
El alumno quedó a más de sorprendido, desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.
Por supuesto que no. Le contestó de inmediato una vez más en tono despectivo el joven alumno.
Bueno, esta bien prosiguió el profesor, Mire Pablo cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.
No entiendo profesor a qué se refiere, dijo el alumno cada vez mas confundido.
Muy sencillo, replicó el profesor, tú me estás ofreciendo rabia, rencor y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad.
Así que mira mi joven alumno, concluyó el profesor en tono gentil, tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa, yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo mantenga en el mío.
Cada día y en todo momento, siempre tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que decidas cambiarlo.
Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.