Por supuesto que en nuestro andar por este mundo,
Nuestro camino no ha sido sencillo, pero siempre de pie,
Camino de piedras, terrenos ondulados, senderos y veredas,
En ese andar que ha sido trazado por el tiempo y la añoranza,
De ese andar marcado con fuerza nuestro destino y nuestra meta,
En ese camino que me lleva a ti y a nuestro encuentro sin premuras.
Cada piedra en el camino ha hecho de nuestro amor una fortaleza,
Sin que nuestras almas pierdan la mirada de nuestro recorrido,
Acercandonos con seguridad cada vez al final de nuestro camino,
Gozando esa tranquila eternidad de estar por fin reunidos,
Así hayamos estado por cosas de la vida por distintos senderos.
Es ese andar que se ilumina con nuestros pasos del amor,
Es ese camino que nos muestra cada día por donde seguir,
Es la esperanza nuestra guía y tranquilidad de ese amor sin limites,
Es esa fuerza interior que nos permite continuar con la razón e ilusión,
Es ese sendero que nos permite ir de la mano a nuestra eterna compañía.
Seguiremos en ese andar sembrando nuestra ilusiones y nuestros sueños,
Dejando por el camino esas lagrimas y esos instantes de melancolía,
O quizás esos momentos fríos y solitarios tan llenos de historia,
Que a veces puedan verse y sentirse nublados y tempestuosos,
Con fuertes vientos de impaciencia y deseos descontrolados,
Pero tan colmados de ilusión, paciencia y entrega sin condición.
Igual son también esos momentos tan llenos de luz en el horizonte,
De verdes valles y cielos azules que adornan nuestros corazones de color,
Cubiertos de bellas flores de aroma suave y momentos llenos de bondad,
Convirtiendo esos instantes de plenitud en lugares sin tropiezos ni dolor,
Dejandonos mantener en la esperanza y en la confianza de estar los dos.